Bueno voy a estrenarme con una experiencia un poco kañera, pues no se cómo llamarla por tanta irresponsabilidad.
Tras una noche de alcohol y anfeta (lo habitual en mi cuando salgo de fiesta), a eso de las 5 AM, se nos ocurre seguir la fiesta en mi casa (éramos tres amigos). Llegamos a mi casa y se me ocurrió subir el tono de la fiesta con un poco de 2CB. Saco mi tana 0,01 y peso 0,07 para cada uno en vez de 0,007… Vi que la cantidad de la raya era mucha pero estaba tan eufórico y con ganas de fiesta que me dije “vengaaaaaa adelanteeee, qué más daaaa”… y rasss nos esnifamos la raya de 70 miligramos… No dio tiempo ni a picar pues a uno de mis compañeros de vieja le da la vuelta al estómago y vomita encima de la mesa… Ese sonido de vomitar nos hizo entrar como en una cueva llena de sonidos animales (imagino que venían del sonido inicial de la arcada). Así estuvimos unas dos horas… que cuando nos dimos cuenta estábamos todos tirados en el suelo rozándonos y rebozándonos en la alfombra y alguien dijo: “¿Por qué no nos movemos de este mundo?” (la verdad es que fueron un par de horas de absoluta locura, pues no sabía ni lo que hacía, simplemente era como una cueva con ecos, no tenía conciencia, no controlaba mis actos y ni sé si hablábamos). Pues bien dicho nos cambiamos de mundo aquello paso a reírnos sin parar, pero seguíamos sin entender nada, nada de lo que nos rodeaba cobraba sentido.
Fui entrando en razón unas 3 horas después de la ingesta y me dije esto no puede ser, algo ha fallado, esto es demasiado. Cuando no se como mire a uno de mis compañeros y estaba en calzoncillos pensando que se había meado (se le había caído la copa encima… jajajajaja… pero no se daba cuenta) y solo se repetía a sí mismo: “Esto es el fin de la especie… Tanto años peleando para esto. ¿Estoy muerto? No lloréis”. Nos reíamos pues no podíamos parar y él pensaba que llorábamos su muerte. Hice un esfuerzo porque mi cordura volviera y fui a ver mi botiquín por si había hecho algo que no debía, pero miraba mi tana y esta cambiaba de tamaño continuamente como un acordeón y mi amigo en calzoncillos mientras tanto se convertía en el que le salen los puños de acero en X-man.
Alguien llamo al teléfono de mi amigo y lo cogió sin saber lo qué era y dijo: “Pero que ostias es esto” (no sabia que era un teléfono) y lo empotró contra mi preciosa pared y lo destrozó.
Sabía que se nos había ido de las manos pero estaba tan ciego que me costaba horrores pensar algo.
Llegó mi compañero de piso (no se podía creer la escena) y nos ayudó a hablar con mi amigo ya que a nosotros nos costaba coordinar frases.
Él llamo a una amiga y se la paso a mi amigo a ver si de esta manera entraba en contacto con la realidad… y así fue esto le asentó un poco y estuvo sin hablar durante las siguientes 24 horas dándole vueltas a lo que le había pasado.
No sé, fue tan intenso que dejas de medir la intensidad pues eres ella personificada y hace contigo lo que quiere. Una total irresponsabilidad que podía haber pasado cualquier cosa. De echo en un viaje que hice a la cocina vi a mi amigo con la ventana abierta (aunque no estaba cerca, lo haría para que le de el aire) pero yo la cerré sin decirle nada para no asustarle y me lo lleve al salón.
El viaje a pesar de ser esnifado duro unas 6 horas fuertes y otras dos o tres de bajada.
Difícil de asimilar lo que pasó lo que sentí pues no había nada que asimilar más que la locura en que se convirtió aquello.
Para mi fue un viaje excesivo pero divertido en cierto modo sino llega a ser por mi colega que el intentar ayudarle y no poder fue muy duro para mi.
Curiosidades: El viaje empezó en blanco y negro que fueron las dos primeras horas luego apareció el arco-iris… no logre sentir el suelo o mis pasos hasta el día siguiente. Andaba pero no entendía el hecho de andar como mover primero una pierna y luego la otra sino que mi cabeza decía donde ir y volaba hasta allá (volaba en el sentido de que no sentía el suelo). Las deformaciones de las cosas eran brutales y en constante movimiento (mi amigo se convertía en el de la peli unas 10 veces por minuto) una locura vamos…
Sigue siendo mi fenetilamina favorita y nunca mas repetiré una dosis como esa (no merece la pena) no tiene razón de ser más que la incomprensión.
