Una tarde cualquiera pertenece al diario personal de Xavi Cot (Barcelona), concretamente al viernes 29 de septiembre de 1984. El texto ha sido transcrito respetando íntegramente las expresiones del original.

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29 -9 – 1984
Es viernes. A las 17 grabo una boda en Sta. María del Mar. A las 19.30 vuelvo a casa. A las 20.15 voy a tirar la quiniela, luego entro en un bar y bebo una San Miguel de barril. Luego llamo al Guillem, no está. Voy al bar de Alegre de Dalt, allí encuentro a Guillem. Hablamos. Bebo una cerveza y un Dyc con Coca Cola.
Luego vamos al bar de la esquina con Providencia, bebo un cuba libre, vamos algo borrachos, aparece Chema. Luego vamos al KGB. Bebo media cerveza, encontramos al Bote, con él vamos al bar Virreina, allí encontramos a Roger y su mujer. Veo un poster que anuncia un recital de poesía de Victor Esteban, Pope, Vinuesa… Les convenzo y vamos allí, es en el Rebost en la calle Verdi. Allí aparte de los poetas están Albert Subirats, Almen, etc. Bebemos unos cubatas.

Pasadas la 1 se van todos. Yo voy al Andy Cap. Está Toni, luego vienen Roura y Jordi Escanilla. Bebo un Gimlet. A las 3 les convenzo de ir al estudio de Toni. Vamos en el coche de Jordi.
Allí bebemos cerveza y yo me tomo un secante (trip). A las 4 nos marchamos, Roura se queda. Cogemos un taxi y yo me bajo en Camelias.
Cuando bajo del taxi me sube el trip, empieza a relampaguear y llueve. Ando un poco. Experimento sensaciones físicas de descontrol. Me noto como Mr. Hide. Ando por la calle Camelias, luego me meto en una cabina telefónica en Escorial y llamo a Roura, estoy un poco descontrolado, casi no puedo hablar, afuera la lluvia arrecia y me parece una lluvia de granizo o radioactiva. Hablo un par de veces con Roura, casi no sé si pedirle que me venga a rescatar. Luego ando un rato y me voy a casa.
En casa sigo descontrolado, vuelvo a llamar al Roura para decirle que ya estoy en casa y que no se preocupe. Tengo ganas de volver a salir pero no puedo. Finalmente me pongo los asquerosos pantalones de cuero y la cazadora de cuero negro también, y salgo, pero cuando estoy en el ascensor cambio de idea y vuelvo a entrar en casa. Mi mente está descontrolada y pienso en cosas como el desdoblamiento de la personalidad, la 5ª dimensión, etc. Por fin me acuesto.